El nombre de esta primera sala se debe a la contigüidad de este inmueble con una casa que históricamente se conoce como “Casa del Inquisidor” y que conserva en la fachada el escudo del Santo Oficio. (Calle Las Parras Nº. 8). Cabe la posibilidad de que la intención del representante de la Inquisición en la ciudad (quizás judío converso) fuera preservar y proteger este espacio en lugar de destruirlo. De ahí que los espacios aparezcan completos. Esta sala junto con el patio, bodega y hornos se corresponden con las dependencias que conformaban, en la edad media, la posible casa del rabino.